Ningún lugar de la Toscana puede afirmar que no ha sido descubierto. Sin embargo, algunos lugares están más desconocidos que otros, y por ninguna razón Lucca es una de las ciudades toscanas antiguas más subestimadas. Muchos conocen sus excepcionales atractivos, pero pocos se permiten la oportunidad de conocerlo adecuadamente. Solo si se queda por varias noches y se da tiempo para absorber, observar y reflexionar, se puede desarrollar una verdadera familiaridad, no solo con su tejido histórico y sus obras de arte, sino también con el ritmo de vida de sus habitantes actuales. Porque Lucca no es un museo, sino una ciudad agradable y vital para vivir.

Para el visitante que se acerca, Lucca anuncia inmediatamente su carácter distintivo y su importancia histórica, mientras que al mismo tiempo secreta la verdadera extensión y gloria de su patrimonio construido. La circunvalación perfectamente conservada de ladrillo rosa, rodeada por el verde césped de la hierba glacis, es uno de los conjuntos de murallas más completos y formidables de Italia.

A diferencia de muchas ciudades toscanas, Lucca se encuentra en el fondo del valle. Esta característica y las huellas del patrón de calles en forma de cuadrícula, aunque con una inflexión medieval, delatan su origen romano. Dentro de las murallas, la ciudad es un convincente documento de mampostería de la Edad Media. Hay una magnífica colección de iglesias románicas con el rasgo distintivo de hileras de arcadas aplicadas a las fachadas. También hay una buena escultura, incluida la exquisita tumba de Ilaria del Carretto, y algunas pinturas de paneles bastante excepcionales (y excepcionalmente tempranas). Sobre la densa red de calles estrechas se ciernen los imponentes palacios de la élite mercantil, incluidos algunos grandiosos de la época barroca.

El tema románico del recorrido continúa en las excursiones a las ciudades cercanas de Prato, Pistoia y Pisa, donde el estilo tiene su mayor manifestación en la Toscana en el conjunto de la catedral, el baptisterio y el campanario (el ahora no tan torre) en Pisa. Asimismo, la escultura medieval ocupa un lugar destacado en todos estos lugares.

El Renacimiento está representado por algunas de las obras más queridas de los maestros florentinos, por Filippo Lippi y Donatello en la catedral de Prato, por ejemplo, y por el taller della Robbia en Pistoia. También hay visitas a pequeños pueblos y a una casa de campo del siglo XVIII.

Día 1

Llegada al aeropuerto de Pisa y transfer hacia la ciudad del norte de la Toscana, Lucca.

Dia 2 Lucca

Lucca. Visita de  la catedral de S. Martino, una iglesia románica con importantes esculturas (tumba de Ilaria del Carretto) y pinturas, y la Villa Guinigi, una rara supervivencia de una villa suburbana del siglo XIV y ahora un museo con destacadas pinturas medievales sobre tablas. Por la tarde, nos vamos hasta la Villa Torrigiani, que tiene un jardín paisajista del siglo XIX con un jardín hundido del siglo XVII.

Día 3 Prato

Prato. Viajamos tierra adentro hasta Prato, una ciudad que construyó su riqueza con el trabajo de la tela. La catedral medieval tiene esculturas y pinturas del Renacimiento excepcionales, en particular el púlpito de Donatello con putti danzantes y los frescos de Filippo Lippi. Visitamos también el Museo di Palazzo Pretorio, abierto después de un largo período de restauración, que alberga obras de ambos Lippis, entre otros.

Día 4 Barga Lucca

Barga, Lucca. Conduzca a través de colinas boscosas hasta Barga, una pequeña ciudad encantadora con una hermosa catedral románica en su cima. Por la tarde, visite S. Michele in Foro y S. Frediano, una de las mejores iglesias románicas de Lucca, con mosaicos de fachada y tumbas de la capilla esculpidas por Jacopo della Quercia. Algún tiempo libre.

Dia 5 Pistoia

Pistoia. La excepcionalmente atractiva ciudad de Pistoia tiene importantes obras de arte y arquitectura. Los edificios incluyen el baptisterio octogonal y la catedral, ambos en un extremo de la plaza principal, y el hospital renacentista, Ospedale del Ceppo. La escultura incluye el púlpito de Sant’Andrea tallado por Giovanni Pisano, una de las mejores esculturas góticas al sur de los Alpes, y un retablo de plata único en la catedral, producto de 150 años de trabajo.

Día 6 Pisa

Pisa. En la Alta Edad Media, Pisa era una de las ciudades-estado marítimas más poderosas del Mediterráneo, rival de Venecia y Génova, obteniendo una gran riqueza de su comercio con el Levante. El «Campo dei Miracoli» es un magnífico conjunto románico de catedral, cementerio monumental, campanario («Torre inclinada») y baptisterio, todo de mármol blanco reluciente. Entre las principales obras de arte aquí se encuentran el púlpito de Nicola Pisano (1260) y el fresco El triunfo de la muerte del siglo XIV.

Día 7

Lucca. De camino al aeropuerto visitamosla basílica románica de San Piero a Grado.