La conquista normanda del sur de Italia fue uno de los episodios más notables de la historia medieval. Mientras que Inglaterra fue subyugada por un ejército normando considerable y altamente organizado, el «Reino en el Sol» fue ganado por pequeños grupos de soldados de fortuna. Llegaron poco a poco durante el siglo XI, cuando la enmarañada situación política y las incesantes disputas hicieron que el área estuviera lista para ser explotada por ambiciosos caballeros en busca de aventuras y ganancias personales.

A finales de siglo habían expulsado a los bizantinos del continente y a los sarracenos de Sicilia, y en 1127 toda Sicilia y el sur de Italia estaban gobernadas por un rey normando.

Este reino cosmopolita fue uno de los mejor administrados y culturalmente más sofisticados de Europa. Como en Inglaterra, a raíz de la conquista surgieron espléndidas nuevas iglesias de tamaño y grandeza sin precedentes. Una mezcla de elementos franceses, lombardos, bizantinos, sarracenos y romanos antiguos, el románico del sur de Italia es una de las variantes más distintas y bellas de este estilo verdaderamente internacional.

La prosperidad y la creatividad continuaron después de la extinción de la dinastía normanda en 1194 por los Hohenstaufen de Alemania. En la primera mitad del siglo XIII, la región estuvo dominada por el extraordinario emperador Federico II, «Stupor Mundi», «Maravilla del mundo». Fue tan valiente y ambicioso en las esferas artística e intelectual como lo fue en la administración, la diplomacia y la guerra.

Mucho más tarde hubo otro estallido artístico, apropiadamente internacional pero característicamente idiosincrásico: una versión muy elaborada de la arquitectura y la decoración barrocas.

El talón y la espina de la Italia en forma de bota, Puglia está alejada de las partes más conocidas de la península, y su paisaje de piedra caliza en bruto es completamente diferente de la sedosa riqueza del centro y norte de Italia. El último día del recorrido se pasa a través de los Apeninos en Campania. Esta región presenta otra cara de Italia, claramente sureña, pero con una historia cultural igualmente cosmopolita y panmediterránea.

Día 1 – Bienvenido a Italia – Lecce

Llegada al aeropuerto de Brindisi. Transfer privado a la ciudad de Lecce que será nuestra base de salida de este maravilloso tour y donde pasaremos las tres primeras noches.

Dia 2 – El Salento – Squinzano, Gallipoli, Otranto

Squinzano, Gallipoli, Otranto. Exploramos la península de Salento, el extremo más meridional del talón de Italia. Visitamos la Abadía de Sta. Maria di Cerrate, conjunto románico del siglo XII. Gallipoli fue el centro de la Italia bizantina hasta que fue conquistada por los normandos en 1071; el casco antiguo está en una isla costera. Otranto, capturada por los normandos en 1068, tiene una catedral con excelentes mosaicos en el piso del siglo XII.

Día 3 – Lecce, visita del casco historico

Lecce. Lecce se distingue por un elaborado estilo de decoración barroca y rococó labrada en la suave toba de color miel de la región, siendo un ejemplo destacado la iglesia de Sta. Croce. Véase también la iglesia normanda de SS. Niccolò e Cataldo, fundada por Tancredi d’Altavilla. Tiempo libre para disfrutar y pasear la ciudad.

Día 4 – Brindisi, Bitonto, Trani

Brindisi, Bitonto. La capital provincial de Brindisi, que posee el puerto natural más seguro del Adriático, ha tenido una importancia estratégica intermitente durante más de 24 siglos. Visitamos San Benedetto, con su campanario románico. Bitonto tiene una de las mejores catedrales románicas con buena escultura y una iglesia inferior cristiana primitiva. Continuamos hasta Trani, donde pasaremos  las próximas cuatro noches.

Dia 5 – Bari, Trani

Bari, Trani. Bari, capital de Puglia, tiene un barrio medieval extenso y virgen junto al mar. La Basílica de S. Nicola, iniciada en 1087, no solo es la primera sino también la más grande de las iglesias románicas de Puglia; el trono episcopal aquí es notable. Visitamos también la catedral (1170) y más tarde el castillo medieval angevino. De vuelta a Trani no podemos olvidar visitar la catedral románica mágicamente hermosa en el paseo marítimo.

Día 6 – Castel del Monte, Barletta.

Castel del Monte, Barletta. Castel del Monte, situado en un pico aislado, es el pabellón de caza extraordinariamente sofisticado de Federico II y uno de los edificios seculares más intrigantes de la Edad Media. Una corona de piedra apoyada en una colina de 540 metros de altura sobre el nivel del mar, que domina la meseta de las Murge occidentales en Apulia. Castel del Monte, fortaleza mandada construir por Federico II en torno a 1240 e inscrita por la UNESCO en la Lista del Patrimonio Mundial en 1996.  El castillo de Barletta alberga un busto de Federico II.

Día 7 – Canosa di Puglia, Troia, Trani

Canosa, Troia, Venosa. Canosa di Puglia tiene una catedral del siglo XI. La catedral de Troia está influenciada por el arte árabe y el románico pisano, y alberga columnas romanas reutilizadas. Salimos de Puglia hacia Basilicata: la impresionante pero inacabada Abadia de la Santisima Trinità en Venosa se construyó a partir del siglo XII sobre una iglesia paleocristiana. Regresamos a Puglia para pasar la última noche en Trani.

Día 8 Benevento, Seiano.

Benevento, Salerno. Cruzamos los Apeninos hasta Campania. Benevento fue una colonia romana estratégica, ducado lombardo y normando desde 1081. El Arco de Trajano es uno de los mejores arcos de triunfo romanos que se conservan. Santa Sofía tiene un magnífico claustro del siglo XII. El puerto marítimo de Salerno tiene una catedral del siglo XI con un portal esculpido y un retablo de marfil del siglo XII. Noche en Seiano.

Día 9 – Sant’Angelo in Formis, aeropuerto de Roma

Sant’Angelo in Formis. La Basílica de S. Angelo en Formis tiene unos excelentes frescos del siglo XI. Una vez terminada la visita nos dirigimos hacia el aeropuerto de Roma donde tomaremos el vuelo a nuestra ciudad de origen.