Ubicada en la costa del Adriático en el centro de Italia, Le Marche es una de las regiones aún por descubrir de Italia. Su maravillosa cocina y vinos, que muestran influencias de la montaña y el mar y van desde sabores sofisticados en el norte hasta sabores más robustos en el sur, son un secreto bien guardado y delicioso.

La historia de la región se remonta a la antigüedad. Pasaron carreteras romanas de vital importancia estratégica: Via Salaria, el camino de la sal que iba de Roma al Adriático a través de Ascoli Piceno; Via Flaminia, que llegaba al mar en Fanum Fortunae (actual Fano), y desde allí enlazaba con Via Emilia hacia el norte.

Gastronómicamente hay una espléndida variedad: abundantes guisos serranos contrastan con platos frescos de la playa; las comidas refinadas del norte de Italia se fusionan con los sabores más robustos y a veces piccante del Mezzogiorno. Aquí el coniglio (conejo) se rellena con hinojo, ajo y guindilla «en porchetta», mientras que los mejillones (moscioli en el dialecto local) se sirven sobre espaguetis. Vincisgrassi es la pasta al horno local, una mezcla abundante hecha con lasaña, ragú, hígados de pollo, prosciutto, bechamel y, a veces, trufas negras de Acqualagna. Son alimentos para saciar el apetito de cazadores, campesinos y pescadores. Sin embargo, a pesar de los placeres simples de cibo della strada, comida callejera, como el ascolane de aceitunas fritas o la piadina recién sacada de la plancha.

La cocina de Le Marche está deliciosamente regada con algunos de los vinos más infravalorados de Italia. La uva Verdicchio, una vez utilizada para producir vinos indiferentes embotellados en la distintiva lollobrigida (se suponía que la «botella sexy» sugería un ánfora griega), se ha convertido en una de las uvas blancas con más carácter de Italia, produciendo vinos de concentración y elegancia. El Pecorino poco conocido puede ser igualmente delicioso. Los vinos tintos, en particular Rosso Piceno y Rosso Conero, son simplemente excepcionales.

La región tiene mucho para deleitar y mucho mérito en términos de arte y arquitectura. Dos pintores en particular están asociados con el área, Carlo Crivelli y Lorenzo Lotto, y vemos algunos de los mejores cuadros de estos genios descarriados. Este último es objeto de una importante exposición en la National Gallery de Londres desde noviembre de 2018 hasta febrero de 2019.

Día 1 – Bienvenido a Italia – Ascoli Piceno

Llegada al aeropuerto de Roma y transfer privado hacia Ascoli Piceno. Una pequeña ciudad excepcionalmente atractiva, rodeada de ríos y colinas boscosas, donde pasa las primeras tres noches.

Dia 2 – Ascoli Piceno

Ascoli Piceno. Explore el centro de Ascoli, una aglomeración virgen de edificios medievales, renacentistas y barrocos alrededor de plazas porticadas y calles estrechas. El paseo termina en un productor de la delicada aceituna ascolane: aceitunas verdes dulces y jugosas rellenas de carne aromatizada y fritas en pan rallado. Mira cómo se hacen y pruébalos aquí. Aperitivo por la noche en un café histórico en la Piazza del Popolo, la sede en el centro de la ciudad de una destilería familiar de anisetta.

Día 3 – Piattoni, San Savino di Ripatransone

Visite el Borgo Storico Seghetti Panichi, un jardín y parque bioenergético. Recorrido por el jardín. Al noreste de Ascoli se encuentra la región vinícola de Piceno, un paisaje caracterizado por viñedos intercalados con olivares y granjas. Degustación y almuerzo en la bodega y viñedos Cocci Grifoni, una finca histórica cuya visión y tenacidad del propietario facilitó el resurgimiento y el éxito del vino Pecorino.

Día 4 – Monte S. Giusto, Castelfidardo, Recanati

En Monte San Giusto, vea la gran Crucifixión de Lorenzo Lotto, descrita por Berenson como la más fina del siglo XVI. Continúe hasta Portonovo, hogar del pescatori dei moscioli (designado producto Slow Food Presidio). Conozca a los pescadores y pruebe los mejillones durante el almuerzo. Continúe hacia Recanati, donde pasará las siguientes dos noches.

Dia 5 – Recanati, Tolentino, Colmurano

Una ciudad encantadora, Recanati se extiende a lo largo de la cresta de una colina vecina; cuatro de las pinturas de Lotto se encuentran en el museo, incluida la famosa Anunciación. Ahora algo así como un remanso, el santuario de S. Nicola da Tolentino una vez convirtió a la ciudad en un importante destino de peregrinaje y la suntuosa iglesia tiene hermosos frescos medievales. Continúe hacia un agroturismo para visitar el orto (huerto), una degustación de cerveza local, salami y queso y un almuerzo tradicional de Marchegiano.

Día 6 – Loreto, Senigallia, Urbino

Pase la mañana en Loreto, donde trabajaron algunos de los mejores artistas y arquitectos de la Italia del Renacimiento, incluidos Bramante, Signorelli, Melozzo da Forli y Lotto. Continúe hacia Senigallia para almorzar en Uliassi, uno de los mejores restaurantes de Italia, con tres estrellas Michelin. Continúe hacia Urbino, la residencia principal del duque Federico da Montefeltro y una de las ciudades más hermosas de Italia, donde pasará las dos noches siguientes. Vea los exquisitos frescos góticos en el Oratorio di S. Giovanni.

Día 7 – Acqualagna, Urbino

Algunos consideran que Acqualagna es la capital de la trufa de Italia. Hay una caza de trufas cerca de aquí esta mañana; pruebe las trufas durante el almuerzo en un restaurante cercano. Regrese a Urbino para visitar el Palazzo Ducale, una obra maestra de la arquitectura que evolucionó durante 30 años como el perfecto entorno secular renacentista.

Día 8 – Cartoceto

Cartoceto. Visite a un quesero y un vendedor, y vea el formaggio di fossa, queso Pecorino añejado en pozos. Degustación de aceite y queso antes de un almuerzo ligero. Continuamos hacia el aeropuerto de Bolonia para tomar nuestro vuelo de regreso.